Corría el año 1963 y el Real Madrid disputaba la Copa de Caracas en la capital venezolana. Por aquel entonces, Alfredo Di Stéfano militaba en el conjunto blanco. Acababan de jugar un partido frente al Oporto y, ya en el hotel, se presentó la policía de Caracas buscando al delantero. Él se negó a bajar, por lo que estos subieron y llamaron a la puerta del futbolista para que se fuera con ellos. Di Stéfano compartía habitación con José Santamaría, el central uruguayo le dijo que no se fuera con esos hombres, pero ante la insistencia de estos, no le quedó otra opción que irse.
Una vez don Alfredo se hubo montado en el coche, le dijeron que era un secuestro, pero que no se preocupara, no le iban a causar ningún daño. Los secuestradores pertenecían al Frente Armado de Liberación Nacional, un grupo que buscaba acabar con el gobierno venezolano y que secuestró al futbolista para mostrar el poderío del grupo.
Di Stéfano contó que jugaba a las cartas con los secuestradores y que era alimentado con comida basura, pero les pedía que le liberasen porque su familia estaría preocupada. Dos días después de su secuestro fue liberado y para colmo, tuvo que jugar otro partido de dicha copa con el Madrid, sin embargo, no estaba tranquilo, pues varios de los miembros del grupo que le secuestró se encontraban entre la policía que escoltaba al equipo blanco a los distintos lugares a los que iban.
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