
A partir de ahí, coemnzaron a intercambiar regalos a partir de lo que tenían a mano como podía ser el caso de los cigarrillos, y permitieron recoger a los cadáveres que estaban en tierra de nadie para enterarlos de forma respetuosa.
Seguro que te estarás preguntado qué tiene que ver esto con el fútbol. Pues la relación que guarda este conflicto con el balompié se debe a que, durante la tregua, los soldados alemanes e ingleses jugaron un partido de fútbol que, según dicen algunas cartas, acabó 3-2 a favor de los alemanes.
Los altos mandos intentarían asegurarse de que este tipo de treguas informales entre soldados rasos no volviera a repetirse. Al año siguiente, por ejemplo, en la víspera de Navidad, se bombardeaban ciertas zonas para evitar otro armisticio.
Uno de los momentos más curiosos de la guerra, una mezcla de tristeza y felicidad.
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